El momento oportuno

El ser humano tenemos la mala costumbre de querer cosas para ya o como diría mi abuelo para ayer. Sin darnos cuenta que a lo mejor la vida nos está enseñando con un NO de hoy será el SI de mañana y por tanto nuestra felicidad no efímera.

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¿Cuántas veces  hemos escuchado la frase “Lo que más cuesta conseguir es lo que más vale conservar” o “Lo que pronto llega pronto se va”? Pero pese a saber esto de memoria y seguimos siendo impacientes tanto por nosotros como por la presión de la sociedad. Ya sea para la búsqueda de trabajo, del amor o incluso para cruzar una calle. Y todo esto por no saber saber o no querer esperar el momento oportuno.

Nos fijamos siempre en lo que tienen los demás llamando suerte al esfuerzo, sin darnos cuenta que a la mayoría por no decir a todos les ha costado lágrimas de sangre llegar al lugar en el que se encuentran ahora mismo. O mejor, fijarnos en lo que ya hemos conseguido nosotros sin importar lo que ya consiguieron otros. ¿Porque estamos fijándonos siempre en lo que hace al del lado cuando ni siquiera nosotros somos conscientes en el tiempo que estamos perdiendo en conseguir nuestras metas?

Hace tiempo leí una frase muy buena y que por tanto me llamó la atención que decía algo así… Si por un camino no nos va bien a lo mejor no hay que cambiar de meta sino de camino.

No recordamos que cuando mejor nos ha ido en algo fue cuando supimos esperar el momento oportuno, que las prisas no son buenas y la envidia una herida. Solemos pensar en ocasiones y para algunas cosas que no existe el mañana pero ¿Qué pasa cuando el mañana es un hoy de arrepentimiento?. Está muy de moda eso de que vive el momento y no pienses en el futuro, pero no nos damos cuenta que la vida SIEMPRE da de alguna manera una segunda oportunidad y es posible que en ella es donde seamos completamente felices.  Porque aunque la vida sean dos días , hay tiempo si sabemos esperar.

Una amiga mía siempre me dice que el tiempo de Dios es perfecto, y en cierto modo tiene razón, ya que las personas aunque no crean en él, ni el tiempo, ni en Dios, cuando consiguen lo que desean mirando al cielo dicen, “Gracias a Dios”.

Todo sea dicho, más vale tener pies de plomo y mañana disfrutar que correr siendo el primero en la salida y luego no llegar nunca a la meta. Referente a esto y de una forma positiva tenemos un claro ejemplo con El Mundial que ganó España en África, los dos primeros partidos fueron un completo desastre pero poco a poco y a su debido tiempo el esfuerzo y la gran paciencia hizo que que en el último partido contra Holanda España se hiciera con la copa gracias a un gol de Iniesta en el que un simple deporte unió a todo un país dejando de lado los gustos políticos, culturales y religiosos de las personas haciéndonos sentir a todos Españoles.

Porque aunque algunos lo intenten negar, no hay nada como aquello que llega cuando menos te lo esperas. Haciendo de la incertidumbre una ilusión y de una ilusión un nuevo y duradero amanecer.

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