Opinión

EL KARMA DE LAS PIRULETAS

¿Os acordáis cuando erais pequeños y os gustaba un montón una persona? ¿que os moríais de amor de solo pensar en ella? pues eso es el Karma de las piruletas.

El amor y las piruletas

Hace años a mi también me pasó, y no solo una sino muchas! A los 17 años, con años de experiencia y con historias que le contaba a mi amiga Esther decidió ella llamar a este tipo de #amor, #Piruletas. El hecho de que lo llamase así es que aunque en el presente mi amor era incondicional hacía esa perdona pese a no estar enamorada, al cabo del tiempo ese “amor” se convertía en un simple recuerdo, y es lo que dicen que lo que pronto llega más pronto se va.

Piruletas y el amor

Instagram y el amor (Foto de Pixabay)

Hoy al cabo de los años me acuerdo de todas aquellas historias que en más de una ocasión había derramado un mar de lágrimas pensando que ese amor que sentía iba a ser eterno. Me acuerdo de estar a altas horas de la noche estar tirada en la cama con mi abuela repitiéndole una y otra vez la misma frase “¿Tú crees que…van a durar?” A lo que ella me respondía muerta de risa que “no.” Yo le respondía “Pero si en las RRSS se les ve super felices!” y ella seguía riendo con más fuerza en esa época no me daba cuenta de las razón que tienen las abuelas y como no del artículo que escribí hace un tiempo Cuando las fotos en Instalove son más Insta que Love. Y de aquí surge El #Karma de las piruletas, es como cuando un niño va a una juguetería o un chuchería y no para de berrear por que se ha encaprichado de algo y al cabo del tiempo cuando lo ha conseguido ya no le hace tanta gracias y de ser un premio pasa a ser un adorno más en la estantería.

Piruletas e Instagram

El futuro es el único que sabe la verdad (Foto de Pixabay)

Ahora puedo entender porque Esther se reía cuando le llamaba llorando por una nueva piruleta y le contaba cada azaña de mi nuevo capricho. Parece mentira lo mal que lo pasaba con ciertas historias que hoy para los propios protagonistas son un pasado que cada día que pasa se les olvida más. Como las personas de fuera le damos a esa historia más importancia que los propios protagonistas. A día de hoy si lo llego a saber como terminan no hubiese llorado nada, ¿porque si para los protas no hay sentimientos por que los van a tener el resto?.

Como conclusión he aprendido que para saber el final de algo solo hay que dejar al tiempo que actúe, y hace tiempo leí una frase muy muy buena que decía algo así como “Ten cuidado con lo que publiques por que no sabes quien se puede estar riendo de los cuernos que tienes”. No hace falta publicar todo ya que no es casualidad que la felicidad no se demuestra en una foto sino en un hecho.

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