Sentada en el borde de aquella azotea, la muerte se mantenía libre, era todo tan perfecto, aunque no fuese capaz de continuar… Ni siquiera para eso era valiente, ni siquiera. Cuántas veces has pensado en ese coche a 100 km y si giro 160º y dejo de cumplir la ley, a lo mejor así cambia mi suerte y termina todo este dolor. Porque ya las pastillas no hacen nada y el vacío es tan grande como el abismo de lo que mis ojos hoy miran.

Gritos ensordecedores
¿Te acuerdas cuando en esa clase miraste por la ventana? y pensaste… total si me tiro, dejaré de escuchar tanta #crítica. Al fin y al cabo cuando no tienes nada por lo que continuar es mejor dejarlo.
Nadie necesita a nadie, pero todos opinan, aunque esto sea el inicio del fin de una vida.
Nadie está cuándo los demonios aparecen, nadie está cuando el dolor reaparece y cuando están solo dicen que lo olvides, limando el dolor pero también la esperanza.

¿Y si giro el volante?, Ay no! Seguro que en el otro coche tendrán a alguien que cuando se marche llorará sobre un trozo de piedra. Nunca eres lo suficientemente valiente ni siquiera para esto.
Te cansas de cuidar, te cansas de que te dirijan tu vida con comentarios estúpidos. Y claro… Si no puedes cuidar de ti ¿Qué te hace pensar que puedes cuidar de un ser indefenso?
La gente solo llora cuando ve arder su cuerpo, pero luego reaniman el fuego mientras la brisa va a su avío.
Cuando has perdido lo más grande, la muerte no te parece tan mala, y no hace falta tener una #enfermedad famosa para zarandear a una #sociedad.
Muchos hablan de la importancia de la salud mental pero pocos dejan de hablar para sanarla. Pero aquel día todo cambió y no fueron las personas de alrededor, no fueron con las que te tomas un café. Aquel día todo cambió gracias a personas como tú.
Salvando una vida
Y fue entonces cuando llegaste tú. Con ese uniforme azul que con esa mirada me pedías que me bajara, que me iba hacer daño. Y aunque el terror se dibujaba en cierto modo en tus ojos los dos sabíamos que ese día algo cambiaría. Que todo es difícil, pero al final todo se consigue. Y me diste la mano y me animaste a cambiar volar y caer por correr y levantarme. Y que si tú lo conseguiste yo también podría. A veces solo necesitas una chispa de esperanza de alguien que pasó por lo mismo.

Porque no hace falta ser médico para salvar una vida y aunque el uniforme no lo cura todo, sana aquello que otros rompieron un día.
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